Iconografía de San Juan Evangelista


ATRIBUTOS
Sus atributos más constantes y característicos son el águila, la copa de veneno, el caldero de aceite hirviente y la palma del Paraíso. A título de autor de un evangelio tiene como atributo un águila que le sirve de pupitre o le presenta un tintero en el pico. En las miniaturas carolingias, a veces él mismo está representado con cabeza de águila. En los ciclos de los apóstoles tiene como emblema la copa envenenada, de la que escapa el veneno en forma de dragoncillo. El atributo de la copa envenenada apareció tardíamente, en el siglo XIII. La copa envenenada con frecuencia tiene la forma de un cáliz donde, en lugar del dragón, encima del recipiente se representa una hostia.

. Aunque hoy en día el color se utiliza simplemente para atraer la atención del espectador, durante siglos los artistas recurrieron a dicho elemento como un signo para transmitir las cualidades morales de los representados.. Así, cada color podía representar tanto una virtud como un vicio.

Ciñéndonos a San Juan Evangelista para las prendas de vestir (túnica y manto) se eligieron unos determinados colores. En principio, para la túnica se usó el blanco o azul celeste como símbolo de la virginidad del apóstol. Fue sustituido posteriormente por el verde, aunque nunca dejaron de usarse los otros.
El verde representa la naturaleza, el renacimiento de ésta a la llegada de la primavera. La iconografía cristiana le otorga un significado de renovación espiritual manifestado explícitamente en el Evangelio de San Juan (Jn. 3, 7: No te maravilles de que te dije: "Os es necesario nacer de nuevo").

El rojo es el color de la sangre, asociado a los mártires, pero también el del amor. En consecuencia para nuestro patrón tiene dos significados: por un lado el martirio al que fue sometido, aunque salió indemne de él; y por otro como símbolo de su amor a Jesús (su discípulo amado) al que jamás abandonó.

Paralelamente a los colores aparecen unidos a San Juan otros atributos. La palma
es la rama del árbol del paraíso, relacionada con la tradición cristiana de la Asunción de la Virgen.

Se le representa en una caldera de aceite hirviendo, el martirio que sufrió en tiempos del emperador romano Domiciano y del que salió rejuvenecido. Este hecho ha dejado numerosas muestras en el arte, que también encontramos en la capilla de San Juan en la iglesia de El Salvador de Cuenca.






Representación de San Juan ante Portam Latinam.
Relieve de la capilla.

El águila es también símbolo del evangelista por el alto valor teológico de sus escritos, por lo que también se le suele representar con el libro, la pluma y el tintero. Sin embargo, el origen del tetramorfos (las cuatro figuras con las que se representa a cada evangelista) lo encontramos en el Apocalipsis de San Juan 4, 7: "El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando"; que a su vez remitiría al Antiguo Testamento, Ezequiel 1, 10: "Y la figura de sus rostros era rostro de hombre; y rostro de león a la parte derecha en los cuatro; y a la izquierda rostro de buey en los cuatro; asimismo había en los cuatro rostro de águila". Otro elemento de la iconografía de San Juan es la copa o vaso del que sale una serpiente, originado por la tradición cristiana que cuenta como el sumo sacerdote del templo de Diana en Éfeso le ofreció una copa envenenada que bebió después de bendecirla no causándole ningún mal.

Las andas sobre las que es transportada actualmente la imagen de San Juan en procesión la madrugada del Viernes Santo conquense recogen todo este simbolismo, incluida la nube recogida del apócrifo Evangelio de San Juan que les dan ese aire tan característico. En cuando a su aspecto, la iglesia oriental lo suele representar como un venerable anciano de blancas barbas en la isla de Patmos, donde redactó sus escritos. Sin embargo, en occidente su representación es la de un joven imberbe (el apóstol más joven), aspecto que tendría en el momento de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo que, obviamente, es el que tiene la talla de esta Venerable Hermandad.


 
Representación en las andas del águila y de la copa con la serpiente.